La Habana y sus encantos escondidos

Uno no puede imaginar los encantos de un recorrido por La Habana sin haber pasado por el bar del hotel Ambos Mundos, donde un pianista toca música. El hotel fue el hogar de Ernest Hemingway y se encuentra en la parte antigua de la ciudad, que es patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

Debido a que cualquier momento puedes encontrar algo inusual, lo mejor es explorar la ciudad a pie, recorriendo callejones, bares, ferias y hogares. También al caminar, es casi imposible no hablar con los isleños.

No es un mito. Los cubanos no dejan de pedir artículos de higiene personal a los turistas. ¿Qué tan costoso para la población son el champú, jabón y otros artículos similares que son considerados artículos de lujo en la isla. El truco consiste en cargar del baño de hotel kits para congraciarse con la gente.

Los cubanos son gente alegre y simpática, como buen caribeños que son y siempre quieren que el turista se sienta mejor que en su casa y tratan de que aun con sus limitaciones te sientas más que bien.

La Habana es una de las ciudades más beisboleras del mundo, así que si estas en la ciudad no pierdas la oportunidad de visitar el impresionante Estadio Latinoamericano, uno de los estadios más grandes que existen en Latinoamérica de Beisbol, que es por cierto, el deporte más popular y que más apasiona a los cubanos.

Hay muchos taxis en capital nuevos, de las marcas como Mercedes y Audi. Los coches son del gobierno, y los conductores son empleados de Fidel – esquema de trabajo seguido por casi todo el mundo en la isla. La mayor parte de los autos de la gente, sin embargo, consiste en viejos modelos de Chevrolet y Lada.

Pero el universo transporte cubano no se detiene allí. Hay «cocotaxis» que son triciclos motorizados en forma de cocos que pueden llevar a dos pasajeros de allí que se utilizan como taxis y son muy populares entre los lugareños.

Como mencionamos anteriormente, no te sorprendas con ver a los niños jugando en las calles el béisbol, practicado por los «niños» en el fin de semana.

Los cines y teatros ocupan la parte nueva de La Habana, donde también hay heladería Coppelia, escenario de la película «Fresa y Chocolate». Allí, en los días libres, los cubanos forman colas enormes. Para ellos, el helado es más barato que para los turistas. Ellos pagan el mismo valor numérico, pero en pesos cubanos.

La ventaja de los extranjeros es que no tienen que enfrentar las largas colas: helado de crema de coco se vende a 2 dólares en los quioscos de la ciudad.

Tres monedas circulan en el país: el peso cubano, el no oficial dólar, utilizado por los extranjeros y aceptado en todas partes, y los pesos convertibles, pagarés en pesos cubanos, que tienen el mismo valor en dólares.

Después de un día completo, se recomienda pasar la noche (en esta época del año, a las 20h) en el Malecón, el paseo marítimo, en el que los cables de los postes de electricidad fueron canjeados por lo viejo que eran y fueron restaurados.

Lo antiguo en la Habana

Ejemplos de vida y la historia anecdótica de Cuba, como sus enormes cigarros que circulan por las calles de La Habana Vieja se pueden ver en la Habana Vieja.

Otra parte de la historia se revela en los museos. Para los amantes de la bebida más famosa de la isla, se encuentra el Museo del Ron, donde se puede rastrear su fabricación y, finalmente, pasar a la sala de degustación largo esperado.

Siguiente el paso: el Museo de la Ciudad, cuya colección de piezas de la época protege el patrimonio de la colonización hispana de la isla. Erigida en el siglo 18, fue el hogar y el lugar de trabajo de los capitanes españoles.

La calle en frente de la entrada del museo conserva el pavimento original, que era de madera, ese tramo de la calle se utiliza mucho hoy en día en las ferias del libro que se llevan a cabo en la ciudad.

Uno de los museos más visitados de la ciudad es el de la Revolución, los objetos que marcaron la entrada de Fidel y el Che en la isla, hecho que condujo a la toma del poder en 1959. Allí está el barco Granma, a bordo del cual los revolucionarios navegaron desde México a Cuba.

Para continuar en el camino revolucionario, el curso que se sigue es la Plaza de la Revolución, manifestaciones escénicas en el país y el lugar donde los largos discursos del dictador cubano Fidel Castro han tenido lugar.

Alrededor de la plaza se encuentran el Memorial José Martí, considerado el padre de las ideas revolucionarias de la isla, el Teatro Nacional, el monumento que lleva el rostro del Che Guevara y un panel con una foto de Fidel y las palabras: «Cada cubano es un ejército» .

Visite en los tours de cigarros, la fábrica Partagas que es un interesante y, a la vez práctico lugar para aprender cómo se hacen, los visitantes pueden salir con su caja bajo el brazo.

Los cigarros ilegales de venta son más baratos, pero no se recomienda la compra de ellos. Los turistas pueden tomar productos de mala calidad y tienen problemas para salir del país, cuando las facturas sean solicitadas.

En la gira de La Habana turístico se encuentra con dos puntos que hacen referencia a la antigua presencia de EE.UU. en la isla: el Capitolio Nacional, una copia de la cual existe en Washington y la Quinta Avenida, la avenida del mismo nombre de Nueva York.

La diferencia entre ambos es que, en Cuba, en lugar de tiendas de diseño, son las embajadas extranjeras las que se encuentran en la zona.

Muchos de los visitantes de otros países se centran en la plaza de la Catedral, donde el templo del siglo 18 sigue siendo impresionante, con su fachada en piedra.

Al igual que en toda Latinoamérica, en Cuba hay personas que frecuentan la iglesia católica y el culto de la santería, la religión Candomblé en los moldes. La mezcla se pone de manifiesto en las velas de colores en los pies de los santos en las iglesias.

La única fiesta religiosa en Cuba es la Navidad, 25 de diciembre de aplicarse sólo después de la visita del Papa Juan Pablo Segundo a la isla en 1998. Todos los demás son de carácter político y celebran fechas importantes de la revolución.

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