¡ICEN LAS VELAS! Visitar la isla de Tabarca en Velero
Las aguas del mar mediterráneo se caracterizan por su tranquilidad y calidad así como por su temperatura, ya que apenas hay oscilación térmica. Por lo que las costas mediterráneas son ideales para explorar y uno de los lugares más fascinantes de la costa levantina es la Isla de Tabarca, situada a unos 22 km del puerto de Alicante y a unos 8 km del Puerto de Santa Pola.
La isla destaca por ser la más grande de la Comunidad Valenciana y por ser la única en dentro de la comunidad, que está habitada además de por su curiosa geografía y sus enclaves naturales. Además, cabe destacar que este año ha recuperado el reconocimiento mundial de la calidad de sus aguas con el otorgamiento de la bandera azul.
¿Qué hacer en Tabarca?
En Tabarca podremos encontrar tiendas de souvenirs y varios restaurantes en los que podrás degustar la joya de su gastronomía, el gazpacho marinero elaborado con pescado de la zona. Y ni que decir, que sus especialidades están relacionadas con la comida marinera originaria de la zona.
Al visitarla no olvides llevar material de buceo o snorkel ya que podrás descubrir un fondo marino cristalino en el que te puedes ver envuelto de estrellas de mar y de gran variedad de peces.
Ventajas de visitar la isla en un velero privado.
¿Desayuno en la cubierta? o ¿cocktail en la proa al atardecer? ¡Qué DIFÍCIL elección!
El sueño de estar en un barco atracado en una calita se puede convertir en realidad, y a buen precio, gracias al alquiler de barcos en Santa Pola en Wind Sail Charter, ya que podrás alquilar un velero de 12m de eslora y disfrutar de Tabarca y sus aguas con quien tú elijas. Además alrededor de la isla se pueden observar delfines juguetones dando saltos alrededor de los barcos que visitan la isla.
Todo son ventajas ya que no estás sujeto a los estrictos horarios de las lanzaderas que te acercan a la isla desde la costa peninsular.
En el caso de que quieras pasar la noche en la isla, la embarcación dispone de camarote con dormitorio, por lo que no tienes que preocuparte por la escasa disponibilidad de los pocos establecimientos hoteleros que se encuentran en la isla.
Y por último, ¡podrás desplazarte de cala a cala sin bajarte del barco!
